Decaen las esperanzas del proyecto del reactor termonuclear internacional (ITER)
( Creces, Enero 2005 )

Se trata de un sueño que se arrastra por 50 años, cual es el de imitar al sol para llegar a disponer de una fuente ilimitada de energía. Seis países han formado una asociación para llevar adelante un gran proyecto que requiere de la construcción de un reactor, que se ha denominado "Reactor Termonuclear Internacional Experimental" (ITR). Los socios son China, Japón, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y la Unión Europea. El objetivo es lograr una reacción de fusión que genere más energía que la que consume. Si el sistema funciona, promete ser una fuente ilimitada de energía, que usaría el deuterio extraído del agua como combustible y que produciría casi nada de desechos radioactivos. El costo hasta ahora, se estima en 13 mil millones de dólares y tendría una vida de 30 años.

(Un paso para alcanzar la energía de fusión)

Dos lugares han estado compitiendo para su construcción. Uno es Cadarache, una ciudad ubicada en el sur de Francia. El otro es Rokkasho, en el norte de Japón (Renacen las esperanzas en la energía de fusión). En Diciembre del 2003, Estados Unidos y Corea habían decidido apoyar la construcción en la ciudad japonesa, mientras que Rusia y China estaban a favor de Cadarache en Francia. La Unión Europea se opuso desde un comienzo a la construcción en la ciudad de Rokkasho, afirmando que el lugar le parecía inapropiado. Frente a este problema que ya se ha prolongado demasiado, los ministros de la Comunidad Europea se reunieron y decidieron dar una fecha límite (el 26 de Noviembre) para que se tomara la decisión definitiva de construirlo en la ciudad francesa de Cadarache. De lo contrario no esperarían más para iniciar por su cuenta la construcción en Francia. Esta amenaza unilateral, ha enfurecido a los japoneses, que acusan de arrogantes a los negociadores de la Unión Europea. Ellos afirman que están decididos a terminar su participación del proyecto ITE, retirándose además de toda otra colaboración científica. Los representantes de Estados Unidos dicen que están interesados en llegar a una colaboración, pero el ultimátum dado por los ministros de la Unión Europea los está obligando a correr por su cuenta. El dilema continúa y no se sabe si se llegue a un acuerdo.

En todo caso, los aportes prometidos eran de un 58% por parte de la Unión Europea, mientras que los otros cuatro socios aportaban un 10% cada uno, y Japón un 18%. A este último se le otorgaba además un estatus de privilegio, para proveer de componentes y de un mayor poder de decisión en el manejo de la estructura. Pero por ahora, todo está en veremos.


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